Victoria, en su coronación, celebrada el 28 de junio de 1838 en la Abadía de Westminster |
Apenas un mes después de alcanzar
la mayoría de edad, Victoria se convirtió en reina de Inglaterra, no así de
Hannover, pues allí imperaba la Ley Sálica, por lo que el trono fue ocupado por
su tío Ernesto, duque de Cumberland, lo que supuso la definitiva separación de
ambos territorios, unidos desde 1714, cuando la casa de Hannover llegó al trono
inglés.
Victoria en 1838 |
La joven reina era prácticamente
una desconocida para sus súbditos, pero también para el gobierno y los miembros
de la corte. En los albores de su reinado tomó una serie de decisiones que
ayudaron a crear una imagen de la joven reina muy diferente a la que habían
mostrado sus tíos (Jorge IV y Guillermo IV) anteriormente: se caracterizaba por
la prudencia y la discreción. Entre sus primeras decisiones estuvo la de trasladar
la residencia real al Palacio de Buckingham (sede que se mantiene en la
actualidad), donde expresamente pidió que los aposentos de su madre estuviesen
alejados de los suyos. Sin embargo, otras decisiones tomadas por la joven reina
pronto hicieron que su popularidad sufriera un duro golpe.
Sir Conroy, consejero personal de la duquesa de Kent (madre de
Victoria) fue perdiendo el favor de la soberana al tiempo que la influencia de
la baronesa Lehzen, su antigua institutriz, iba en aumento. Fue determinante
para ello el escándalo que en 1839 envolvió a Conroy y que lo relacionaba con lady Flora Hastings, dama de compañía de
la duquesa de Kent. Decían las malas lenguas que lady Hastings había quedado encinta, fuera del matrimonio,
atribuyendo la paternidad a sir
Conroy. Victoria hizo caso a los rumores, en parte por el odio que suscitaban en ella Conroy y Hastings, y apartó
definitivamente a éste. El problema surgió cuando lady Hastings, tras muchas presiones, aceptó someterse a un examen
médico que determinó que aún no había conocido varón, y se agravó con la muerte
de la doncella, pues la autopsia demostró que el bulto en su vientre que había
desencadenado los comentarios era en realidad un tumor de hígado.
Victoria, 1843 |
Ese mismo año Victoria hubo de hacer
frente a una nueva tormenta política. Años antes, en 1834, William Lamb,
vizconde de Melbourne, se había convertido en Primer Ministro con la ayuda de
Leopoldo I de Bélgica, tío de la Reina, llegando a ejercer una gran influencia
sobre esta. Victoria había sido criada en el seno de los whigs, por eso se sentía tan cercana a Lord Melbourne y acudía a él en busca de consejo. Éste, dimitió de
su cargo en 1839 siendo sustituido por Robert Peel, tory, a quien Victoria se enfrentó a causa de las pretensiones de sir Peel de incorporar al servicio de la
reina a damas simpatizantes del nuevo gobierno. En este momento la configuración de la Corte
se regía por un sistema de patronazgo en el que el Primer Ministro elegía su conformación,
siendo habitual que el partido en el gobierno eligiera de entre sus partidarios
a los sirvientes de la Reina. Victoria, aconsejada por Melbourne, se negó en
rotundo y Peel, que se sentía desautorizado, dimitió de su cargo sin siquiera
formar gobierno, propiciando la vuelta de lord
Melbourne.
En estos momentos Victoria ya
estaba dando muestras de su fuerte carácter y de su independencia. Su tío,
Leopoldo, intentó utilizar la influencia que poseía sobre Victoria para que
siguiera sus pasos en política exterior, pero los esfuerzos del rey de los
belgas fueron inútiles.
Sin embargo, para Victoria todos
estos asuntos no parecían tener importancia, puesto que en la mente de todos
estaba ya la necesidad de organizar la boda de la joven reina.
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