Dallas, 22 de noviembre de 1963 |
La visita presidencial a Dallas formaba parte de una gira a
Texas en la que Kennedy pretendía, en un estado eminentemente republicano,
aunar los votos necesarios para ser reelegido en las elecciones de 1964. En los
días anteriores al 22 de noviembre, todo había transcurrido con normalidad. El Presidente
y su esposa habían visitado San Antonio, Houston y Forth Worth sin encontrar
mayor oposición y recibiendo siempre el caluroso recibimiento de las masas.
En Dallas, el Presidente iba a asistir a una convención del
Partido Demócrata en el Trade Mart, y se piensa un recorrido para que, desde el
aeropuerto hasta su destino, la comitiva presidencial reciba el calor de la población.
A tal fin, Kennedy exige un coche descapotable para saludar a la gente de
Dallas que ha abarrotado las calles para saludarle. Incluso llega a pedir que
paren el coche y se baja del coche en un par de ocasiones para estrechar manos.
En el coche presidencial viajan Kennedy y su esposa, a la que ruega en un par
de ocasiones que se quite las gafas de sol para que el público la pueda ver
bien; delante suyo, el Gobernador Conally y Nellie, su mujer; y, finalmente, el
piloto y el copiloto, que son hombres del Servicio Secreto. Tras ellos, un
segundo coche con más agentes y, después, el coche del Vicepresidente Johnson.
Jackie Kennedy tratando de huir |
A las 12:30 la comitiva deja Houston Street y entra en Elm
Street. Cuando el convoy se encuentra en mitad de la calle sucede la tragedia.
Se oyen tres disparos y el Presidente cae abatido. Jacqueline Kennedy, presa del
pánico, intenta huir del vehículo saltando por encima del maletero, pero los
agentes del Servicio Secreto se lo impiden. Son las 12:34 y la comitiva sale
disparada hacia el Parkland Hospital. Kennedy había recibido dos impactos: el
primero le atraviesa la garganta antes de herir al gobernador Conally, el
segundo impacta en su cabeza y el tercero no alcanza a nadie. Los cirujanos
intentan inútilmente mantener con vida al Presidente practicándole una
traqueotomía, pero tienen que rendirse a la evidencia. A las 13:00 horas,
aproximadamente, certifican su muerte.
Entretanto, el Vicepresidente teme que el asesinato forme
parte de un complot más extenso para desestabilizar a los Estados Unidos y
conducirle a la guerra, así que es conducido a toda prisa al Air Force One para
viajar a Washington y asumir el mando de la nación. Pocos minutos después se le
une Jacqueline Kennedy con el féretro de su esposo. A las 14:40, a bordo del
avión, Johnson jura su cargo como nuevo Presidente de los Estados Unidos de
América.
School Book Library |
Por lo que respecta a los espectadores presentes en Elm
Street, pocos se dan cuenta de lo que ocurre realmente. Pero, una vez
percatados, se desata el pánico. Unas cuantas personas afirmaron que los
disparos procedían del School Book Library (un edificio destinado a almacén por
los editores de manuales escolares), por lo que la policía se precipita a todo
correr hacia allí. Tras registrar el interior han encontrado un rifle cerca de
una ventana del piso superior y constatan que el único miembro del personal que
falta es Lee Harvey Oswald. Inmediatamente, dan aviso a todas las unidades de
la policía y del F.B.I., proporcionando la descripción y los datos del
fugitivo.
Oswald ha huido tras el magnicidio y trata de pasar
desapercibido en las calles de Dallas cuando un agente de policía, el agente J.
D. Tippit, que le ha reconocido, le da el alto. Son las 13:15. Antes de que
pueda reaccionar, Oswald saca un revolver y dispara cuatro veces sobre el agente.
Tras esto, se refugia en un cine. Avisados por numerosos testigos, la policía
rodea el cine y detiene a Oswald. Dos días después, cuando iban a trasladar a
Oswald desde los calabozos de la comisaria hasta la prisión del condado, un
hombre dispara sobre él y le mata. El asesino, Jack Ruby, es detenido e interrogado. En el juicio al que se le sometió, Jack Ruby siempre confesó haber actuado en solitario.
Momento en que Jack Ruby dispara a Oswald |
El recluta Oswald |
Pero, ¿Quién era realmente Lee Harvey Oswald? Nacido en 1939
en Nueva Orleans, su padre muere siendo él un niño, y su madre se casa en otras
dos ocasiones. Esto le llevó a cambiar constantemente de ciudad, impidiéndole
echar raíces y hacer amigos. En consecuencia, fue desde siempre un niño
reservado que disfrutaba de la soledad. No es extraño que, tratando de buscar
acomodo, se enrolase en los marines antes de cumplir diecisiete años. Es
entonces cuando se le proporciona instrucción militar y cuando comienza la
controversia: para unos se convirtió en un magnífico tirador, mientras que, para
otros, poseía una puntería normal o mediocre. Después de su instrucción es
destinado a las bases americanas en Japón, donde reside quince meses y donde
tiene ya algunos problemas de insubordinación. En Japón, Oswald se aficiona a
la lectura, y lo que lee son obras marxistas. Tal es su fascinación por la
Union Soviética, que sermonea a sus compañeros sobre los beneficios del
comunismo y llega a aprender ruso, por lo que sus compañeros le apodan
Oswaldskovich. En el otoño de 1959 abandona el ejército y viaja a Europa con la
intención de llegar a la URSS.
Una vez en la URSS, intenta que se le conceda la ciudadanía
soviética, pero las autoridades rusas desconfían de él, por lo que se la
deniegan. Apesadumbrado, trata de suicidarse. En ese momento, piensa que, si
abjurase de su país y de su pasado, pueda quedarse en el país de los soviets, por
lo que se dirige a la embajada americana y renuncia a su ciudadanía
estadounidense. Tras esto, se le concede un permiso de estancia en la Union
Soviética, se le proporciona una casa y un trabajo. Comienza entonces un
periodo de tranquilidad para Oswald, que se enamora y se casa con Marina Prusakova, con la que tiene un hijo en 1962. Pero al año siguiente,
súbitamente, decide regresar a los Estados Unidos junto con su familia.
Los meses que median entre su regreso y el asesinato de
Kennedy son sin duda los más confusos para Oswald: se instala en Forth Worth,
luego se separa de su mujer y viaja a Nueva Orleans, donde crea una plataforma
de concienciación procastrista. Es también en estos meses cuando compra a una
tienda de Chicago un rifle que le envían por correo. Días antes del 22 de noviembre, Oswald se hace una foto con el rifle, un revólver y un periódico, como queriendo mostrar a través del periódico la fecha en que se hizo. ¿Qué se pretendía demostrar con esa foto?
Las dudas sobre los hechos que habían rodeado el asesinato de
Kennedy inquietaron desde el primer momento a Lyndon Johnson, quien, una semana
después del suceso, decidió la creación de una comisión de investigación que
actuaría de manera independiente, encabezada por el Presidente de la Corte
Suprema Earl Warren.
Lo que veía Oswald |
Tras casi un año de investigación, el 27 de septiembre de
1964, se hace público el informe de la comisión Warren. La conclusión es clara:
Lee Harvey Oswald, sin formar parte de ningún complot, ha realizado los tres
disparos que acabaron con la vida del Presidente. Del mismo modo, Jack Ruby
tampoco forma parte de ninguna conspiración mayor. En ambos casos se trata de
dos perturbados que actúan en solitario. Las huellas dactilares y algunas
fibras textiles encontradas en el rifle, acusan directamente a Oswald. Asimismo,
la comisión Warren crea un nuevo término, el de la “bala mágica” para explicar
el trayecto de la primera bala. Esta bala alcanzó al presidente a la altura del
hombro, saliendo después por la garganta para, a continuación, perforar el
asiento delantero, atravesar el tórax del gobernador Conally, su muñeca derecha y el muslo izquierdo.
Posible ubicación del segundo tirador |
Esta “bala mágica” es la prueba más firme de aquellos que se
apuntan a la teoría de la conspiración. Además, en el Parkland Hospital la
herida de la garganta de Kennedy se consideró que estaba causada por la entrada
y no por la salida de un proyectil. De esta manera, habría habido más de un
tirador. Uno actuando desde el School Book Library (a la espalda del Presidente)
y otro desde alguna posición frontal. Sin embargo, la traqueotomía realizada
borró cualquier posible prueba. También es curioso que no se encontrara ningún resto
de la “bala mágica”, haciéndola aún más misteriosa. En su lugar se encontró, en
la camilla del hospital en la que atendieron a Conally, una bala de idéntico calibre
a las usadas por el rifle de Oswald, aunque intacta. Todos los expertos en
balística consultados por fuentes extraoficiales afirmaron que, en realidad, la
bala debería estar destrozada después de tan prodigioso recorrido. Ni Johnson ni Conally creyeron nunca la teoría de la "bala mágica".
Hay otros datos que apuntan en contra de la teoría oficial. De
acuerdo con una grabación de un espectador, toda la escena se produce en apenas
dos segundos. Sin embargo, para recargar el rifle de Oswald, un viejo fusil
Mannlicher italiano, se necesitan un mínimo de 2,3 segundos (y recordemos que se
realizaron tres disparos). Incluso hubo testigos que afirmaron haber oído
disparos procedentes del parque opuesto a donde estaba la School Book Library. A
propósito de los testigos, 18 habían muerto
tres años después del atentado de Dallas. De esos 18, hasta un total de 13
murieron en accidente, asesinados o por suicidio. Además, se pudo demostrar que
Jack Ruby estaba relacionado con el hampa, haciendo que la teoría conspirativa
cobrase todavía más fuerza.
También se planteó la cuestión de la verdadera identidad de
Oswald. ¿Era realmente quien decía la comisión Warren? ¿Hubo un segundo tirador? ¿Pertenecía a la C.I.A.?
Sólo de esta manera podría explicarse que sus inclinaciones comunistas no
levantaran sospechas en el seno del ejército. Y, de paso, esto explicaría que
pudiera moverse libremente entre Estados Unidos y la URSS sin verse investigado
por el F.B.I., que llevaba un minucioso registro de los ciudadanos
norteamericanos que se pasaban a los soviéticos.
A mediados de la década de 1970, un 60% de los
estadounidenses encuestados creía que Oswald no había participado solo, y un
buen porcentaje no ocultaba sus sospechas acerca de la implicación del F.B.I. o
de la C.I.A.
Desde 1963, varias películas y documentales han intentado
arrojar luz sobre el magnicidio. Sin embargo, cincuenta años después, sigue
siendo imposible esclarecer todas las circunstancias que rodearon el asesinato
de JFK.
El asesinato de Kennedy, documental:
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