Robert, preocupado, durante la crisis de los misiles |
Pese a verse eclipsado por la leyenda creada en torno a su
hermano, Robert Kennedy es uno de personajes más importantes de la década de
1960. En tan sólo siete años (entre 1961 y 1968) llegó a ser consejero del
Presidente, Fiscal General de los Estados Unidos y Senador por el Estado de
Nueva York, participando además por la nominación en las primarias del Partido
Demócrata que decidirían el candidato para las elecciones presidenciales de
noviembre de 1968.
Haciendo campaña |
Igual que sus hermanos Joseph y John, sirvió en la Marina
durante la Segunda Guerra Mundial. Tras licenciarse en el ejército, se
matriculó en derecho en la Universidad de Harvard, graduándose en 1951. A pesar
de que soñaba con hacer carrera como magistrado, estableciéndose en Nueva York y distanciándose
de su familia, un año después, en 1952, lo encontramos trabajando junto a John,
siendo su principal asesor en la campaña que le llevaría a alcanzar un escaño de
Senador por Massachusetts.
En 1960 volvió a ponerse al frente del equipo que diseñó la
campaña presidencial de John F. Kennedy. Consciente de su enorme talento, John
nombró a su hermano asesor en su gabinete, al tiempo que le ascendía a Fiscal General de los Estados Unidos. Esta fue realmente una decisión muy criticada,
pues se empezó a acusar a Robert de no estar lo suficientemente preparado para
ese cargo. El tiempo demostraría a sus críticos cuán equivocados estaban.
Durante su etapa como Fiscal General inició una activa política
de lucha contra la mafia y de apoyo a la integración, especialmente en los
estados sureños donde algunos gobernadores (es el caso de George Wallace,
gobernador de Alabama) se negaban a aplicar la legislación federal de integración
de la población de color en los colegios y universidades públicas.
Tras el asesinato de su hermano, Robert aspiró a la vicepresidencia, pero Lyndon Johnson se mantuvo firme en su decisión de no tener vicepresidente en los escasos meses que mediaban entre el asesinato de JFK y las nuevas elecciones presidenciales. Por tanto, tuvo que conformarse con continuar ejerciendo como Fiscal General, aunque renunció a formar parte del gabinete del nuevo Presidente.La brecha entre ambos, aún siendo del mismo partido fue desde entonces en aumento. Johnson se mostró siempre receloso ante Robert Kennedy, un hombre con mucho talento y muy carismático que comenzaba a hacerle sombra.
En la toma de posesión de su hermano John como Presidente |
En el verano de 1964 decidió renunciar a su cargo para
acceder al Senado, desde donde pretendía auparse a la presidencia. En noviembre
de ese mismo año obtuvo su asiento como Senador por el Estado de Nueva York, en
contra de la tradición familiar, siempre ligada a Massachusetts. Desde su cargo
como Senador comenzó a ejercer un papel muy activo en pro del Movimiento de los
Derechos Humanos y de la Integración de la población de color. A nadie se le
escapaba que Robert Kennedy se estaba perfilando como futuro presidente.
Robert presentó su intención de presentarse a las Primarias
del Partido Demócrata el 16 de marzo de 1968. Dos semanas después, Lyndon
Johnson anunció ante las cámaras que no se presentaría a la reelección[1].
Según las fuentes de la época, Johnson se había rendido a la evidencia de que
Robert le sacaba una gran ventaja en la carrera demócrata a la presidencia.
Robert, su mujer, y diez de sus hijos. Su hija Rory nació seis meses después de su asesinato. |
Durante un acto de campaña en Indianápolis, fue conocedor del
asesinato de Martin Luther King, gran amigo suyo desde su etapa como Fiscal
General. Consciente del crucial momento en el que se encontraba la nación,
pronunció sólo comparable con el discurso de investidura de su hermano como
Presidente de los Estados Unidos. Durante una semana, se sucedieron los
disturbios entre blancos y negros, pero curiosamente, Indianápolis fue la única
ciudad en la que no se registró ningún incidente. El discurso de Robert
llamando a la confraternización había calado hondo entre la población de esa
ciudad.
Por su puesto, Robert Kennedy ganó con una amplia ventaja las
primarias de su partido en Indiana, así como en Nebraska. Pero la gran victoria
tuvo lugar el 4 de junio de 1968, cuando Robert ganó las primarias en Dakota
del Sur y en California, estado éste ultimo que aportaba un buen número de
compromisarios para el recuento final. En el Hotel Ambassor de Los Ángeles
pronunció un discurso de agradecimiento a sus colaboradores y votantes del
Partido Demócrata. Minutos más tarde, mientras abandonaba el auditorio, un
hombre disparó contra el séquito de Robert, que fue alcanzado por tres balas.
Dos días después moría en el hospital. El autor del atentado fue un joven de
ascendencia palestina, Sirhan Birhan Shiran, que dijo actuar movido por el odio
que le suscitaba el apoyo de Robert a la causa israelí. Fue condenado a cadena
perpetua.
Robert Kennedy minutos antes de su asesinato |
Por su puesto, tras su muerte empezaron a surgir voces
críticas en contra de la versión oficial. Hacía tan sólo cinco años del
atentado de Dallas, y la población ya empezaba a cuestionarse la veracidad
acerca de las conclusiones de la Comisión Warren. Sin embargo, en esta ocasión no
pudo demostrarse nada en contra de la versión oficial. A pesar de ello, comenzó
a forjarse una cierta aureola de fatalidad en torno a los Kennedy.
Pese a que Edward “Ted” Kennedy (hermano de John y de
Robert) ocupó un escaño como Senador desde 1962, nunca intentó emular a sus
hermanos en la lucha por la presidencia.
John, Bobby y Ted |
[1]
Johnson había sido Presidente durante dos mandatos pero, en realidad, sólo se
presentó a la presidencia en las elecciones de 1964, pues aunque entre
noviembre de 1963 y las elecciones de 1964 ejerció como Presidente ese periodo
no computaba como un mandato presidencial, por lo que en 1968 podría volver a
presentarse.
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